De un Amigo a una amiga

- Hitomi, no es necesario que lo pienses ahora, no en el estado en el que te encuentras - me decia James, intentando tranquilizarme mientras me habrazaba, estabamos sentados en mi cama. - Por que mejor no descansay asi ma...

- No - dije secamente interrumpiendolo - Si hago lo que dices, perdere en esta batalla, la batalla entre lo que dice mi conciencia y lo que dicen mis sentimientos - dentro de mi todo era un caoz total, solo por una decision, aliarnos o no con los vampiros, una parte de mi creia en que si lo hacia traicionaria a Rafael, Rupper, Wish, y todos los que odian a los vampiros; y otra que asi podria vengar su muerte, y todas las injusticias hechas por ese ser maligno acabarian de una vez por todas, sin embargo, el temor de ser traicionada se apoderaba de mi.

- Por favor James, dejeme a solas con ella - dijo una voz conocida, Ted, como siempre entrando por la ventana, pero esta vez, por lo que yo podia ver, habia algo diferente en él. James asintio y delicadamente se separo de mi para luego salir.

- Esta vez no te hablare de un Riatsuki a su reina - dijo sentandose a mi lado - Ahora, es Ted quien le habla a su amiga Hitomi - lo que habia diferente en él, era su mirada, no era la misma inexpresiva, esta vez demostraba lo que él sentia, seguridad - Sabes bien que al igual que tu y los demás la muerte de Rafa, Rupper y Wish me dolio, desde esa vez siento odio por los vampiros, un odio que no es mio, ese odio es de la reina, el cual todo nos vimos obligados a tener. - lo mire extrañada por ese comentario, eso me daba a entender que odia a los vampiros por que yo lo hago. - Esto no quiere decir que no deteste a Alexander Attoowd, pero tienes que admitir que no todos los vampiros fueron responsable de lo que hizo, nosotros no fuimos los únicos a los que traiciono, ni Rafa, ni Rupper y ni Wish, fueron los unicos a los que les quito la vida. Tu misma viste como él intento matar a su propia hermana, no le importo que una de sus guardianas muriera por él. - Todo lo que me decia era cierto, poco a poco lograba abrirme los ojos, y a desaparecer la confusión que en mi habia. Ted se acerco y coloco sus manos en mis hombro - Y lo mas importante, admite que es el miedo y la culpabilidad, lo que no te deja hacerlo. - Sus palabras hicieron efecto en mi, y lo primero que hice fue llorar en su hombro, mientras con abrazos y palabras me consolaba.

- Gracias Ted - le dije mas calmada - Es cierto, era miedo, miedo a volver ser traicionada y equivocarme de nuevo. - Me separe para mirarlo mejor - Pero por que no habias hecho esto antes? - levante una ceja - Dejaste que pasaran dos siglos.

- Por que esperaba a que pasaras tu limite, el limite que te separaba de la calma y la desesperación. Ahi es cuando palabras como estas funcionan. - me sonrio - Ahora si estas decidida?.

- Lo estoy Ted, ahora ve a La sala, estare ahi en unos minutos, pero antes avisales a Matthew y compañia. - él asintio y se marcho. Yo me quede para arreglarme, mi aspecto no era el adecuado.





[CONTINUA EN SALA "La Palabra que cambiara todo, "si""]