Sopresa inesperada: Hora de ponerse en acción

Después de un par de semanas de viaje llegamos por fin al palacio donde nos ocultabamos. James, los lobos de Hitomi, ella y su hijo humano nos acompañaban, y estaban tan cansados como nosotros.

Al llegar al vestíbulo de palacio, la presencia de Matthew alertó al servicio, que enseguida se puso en marcha para asignar las habitaciones. Lily había previsto su llegada y había habilitado un ala entera para ellos. Mientras las doncellas recogían las ropas de abrigo y otros enseres yo vislumbré una figura en las escaleras frente al vestíbulo. Era Dalkiel. Se me hacía muy raro que no hubiese bajado armando jaleo por nuestro regreso a casa.

-¡Matthew! -Cuchicheó Alyssia, que estaba junto a mí, alarmada, justo en ese momento-. Oh dios mío, Matthew...

-¿Mmh?

-No puedo creerlo... -Los ojos de Alyssia mostraban que estaba sumida en su propio poder, observando algo que la estaba inquietando-. No es posible...

Mi atención estaba puesta en el gesto de Alyssia, así que no me di cuenta de que Dalkiel había bajado las escaleras y se dirigía derecho a Hitomi. Al parecer Alyssia despertó de su trance y miró con terror al objeto que mi hermano le estaba dando a la reina de los licántropos.

-¡No! ¡Detenlo Adirael...! -Siseó la mujer, pero era demasiado tarde. Hitomi había abierto la carta y la estaba leyendo.



Estimada Hitomi:

Tengo poco tiempo y muchas cosas que decir. En primer lugar, me alegro mucho que hayas aceptado mi propuesta de alianza y espero que tu estancia en nuestro hogar os sea agradable a ti y a los tuyos. Podeis hacer uso de las habitaciones comunes y de los alrededores del palacio, pero os recomiendo que no os alejeis mucho, nunca se sabe quién puede estar espiando ahí fuera... El servicio os atenderá y pondrá a vuestra disposición lo que necesiteis, así como también estoy segura de que Matthew resolverá aquello que los criados no puedan. Dicho esto, disculpa mi brevedad, he de comunicarte por qué me dirigo a ti a través de una carta.
Hace doscientos años, un guardia al servicio de Alexander, para ser más precisos, el mismísimo capitán de su guardia, se pasó a nuestro bando. Durante todo este tiempo ha estado reportando informes falsos sobre la localización de los "rebeldes" y frustrando tantos planes de ataque como podía sin levantar sospechas. Sin embargo, mi querido hermano ha puesto sus ojos sobre él y ha amenazado su vida.
Quiero que comprendas que sin la información que él nos hace llegar regularmente no tendremos ninguna oportunidad de atacar su castillo y devolver a este mundo la paz que se merece y la venganza a los aliados caidos. Por ello he tomado la decisión de ir en su ayuda.

He recurrido a una de las casas nobles que quedan en nuestro bando y sus poderes me han servido para crearme un disfraz perfecto. Llevo un manto de ilusión que transforma mi aspecto en el de una vampiro bajita, de ojos violetas y pelo negro ondulado.
Pero es sólo eso, una ilusión ante los ojos de los demás. Si altero demasiado mi carácter desaparecerá y seré descubierta. El olor de mi sangre, inconfundible por ser una sangre pura, ha sido disimulado gracias a litros y litros de sangre humana que debo beber con regularidad y que hacen que mi origen parezca noble. Sin embargo no le sienta bien a mi cuerpo y mi piel se torna pálida y ojerosa.

Hitomi, mi tiempo se acaba aquí. He de partir de inmediato. Necesito que vengais a Inglaterra, sé que mi carácter explotará con el tiempo y me descubrirán. Todo ese alboroto os servirá para que Maximilian os siga pasando información y podais terminar el plan que he dejado a medias de conquistar su castillo. No temo por mi vida, así que no os preocupeis.

Lily

Cada palabra de aquella carta me dejaba en shock, hasta la última palabra, no era esto lo que esperaba, la principal persona, y se podria decir que la mas importante del plan, se ha entregado casi en bandeja de plata al enemigo. Vire mi mirada hacia donde estaban Mathew y Alyssia.

- Que significa esto? - dije estendiendo mi mano con la que sostenia la carta. - Esto no era lo que acordamos, se suponia que ella estaria aqui, y hablariamos a fondo sobre el tema. - No sabia si enojarme y largarme o enojarme y quedarme a escuchar a alguna excusa. Le pase la carta a Ted quien estaba a mi lado para que se la entregara a los dos vampiros.

- ¿Mama que sucede? - me pregunto Edik, algo preocupado y confundido.

- Ni yo misma se, Edik - le respondi - Esperemos a lo que diran ellos.

James, Amy y Ted tambien quedaron confundidos, y por lo que dije, tambien estaban atento a lo que dirian Matthew y Alyssia.

Alyssia tenía toda la pinta de saber lo que estaba escrito en esa carta y miraba a Matthew con aprensión. Sus dedos se clavaban sobre la piel del vampiro.

-Mamá se ha marchado -Dalkiel rompió el silencio de repente. Con un aire serio desconocido, como si estuviera guardando mucho rencor-. Ese monstruo había descubierto a Maximilian y ella ha tenido que irse para impedir que le mataran.

La presión de la mano de Alyssia sobre el brazo de Matthew desapareció de repente y fue sustituida por un gesto de asombro por parte de ambos. Por parte, más bien, de todos.

-Mi mamá no es ninguna irresponsable, pero no quería que matasen a su infiltrado -Añadió dirigiéndose a Hitomi. Mantenía el gesto serio, pero yo sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo por no llorar-. Por eso se fue y me dejó la carta. Me dijo que me asegurara de dártela en persona.

Después de eso se le quebró la voz.

-No-nosotros... somos como una gran fa-familia -Tartamudeaba mientras se tragaba las lágrimas y se sonaba la nariz-. Y mamá... mamá me dijo que vosotros pronto serías parte de ella ta-también. Iremos a buscarla, ¿verdad?

Gruesos lagrimones empezaron a caer por sus mejillas.

-¡¿Verdad?! -Chilló cerrando los ojos.

Salí de entre la multitud y corrí a abrazarle. El me apretó con todas sus fuerzas mientras ahogaba sus sollozos en mi hombro. Eché un vistazo a toda aquella gente reunida en el recibidor. Al lado de Hitomi estaba Edik mirándo la escena, atónito como los demás.

Me partia el alma ver a un niño llorar, me hacia recordar el dia en el que encontre a Edik, llorando por la perdida de sus padres, y yo no queria que algo asi le pasara a aquel niño vampiro.

- Que madre - dijo en voz baja Matt - Cierto edik? - se acercó a él y casi burlon le pregunto - Estas llorando?

- No idiota, una basura se me metio al ojo, ademas bostece. - dijo evitando su mirada.

- No te preocupes Edik, eso me parece tierno - dijo Amy tambien algo burlona pero en voz baja para respetar la situación.

Yo me acerque a los niños y me baje a su altura.

- No dije que sea una irresponsable, solamente todo esto me tomo por sorpresa - le dedique a una sonrisa. - No dejare que ese monstruo te separe de tu madre, ninguno de los presentes aqui lo permitira. - con una mano secaba sus lagrimas - Para eso esta la familia, para apoyarse mutuamente. - Me sentia protectora de aquel niño, me sorprendia de mi misma, pero no podia evitar hacerlo, no me gustava ver a un niño llorar.

Dalkiel agarró la mano de Hitomi y la miró agradecido.

-Gracias señorita lobo -Contestó mientras sonreía.

Al oír aquello le di un codazo y le susurré "Se llama Hitomi". Dalkiel infló los mofletes y me miró medio enfadado.

-¡Ay, eso ha dolido! Sólo intentaba ser amable, ¡tonto!

Me sacó la lengua y yo solté un suspiro de resignación. Matthew y Alyssia llegaron en ese momento y los brazos fuertes de mi padre agarraron la cintura de mi hermano y lo alzaron en el aire.

-Hitomi -Comenzó sujetándolo de tal forma que su rostro quedase de cara a la multitud, y en particular de cara a Hitomi-, este es mi hijo pequeño. Se llama Dalkiel. No te fies de su apariencia, en su interior es un pequeño demonio.

Matthew comenzó a reir entre dientes mientras Dalkiel daba tirones y luchaba por bajarse. Yo me pasaba la mano por la nuca mientras reía forzadamente pensando en qué impresión se estaría llevando Hitomi de nosotros. Así que huí de ahí y fui en busca de Edik, que estaba junto a Matt.

-No se lo tengais en cuenta. Llegar a casa después de tanto tiempo... están buscando crear un clima familiar.

Pasé ambas manos tras la cabeza mientras observaba como el revuelo de la sala se calmaba. Alyssia se había ido a un rincón y leía la carta rodeada de un mar de cabezas de lobos con los que compartía la información. Y Matthew seguía jugando con Dalkiel frente a Hitomi.

Veia como se divertian padre e hijo, hasta que un ruido en mi oido interrumpio el momento, al menos para mi, camine unos paso para alejarme de ellos dos y comence a hablar.

- Dime - dije con una mano en mi oreja.

- ¿Como ha estado el viaje? Llegaron bien? necesitan apollo. - se escuchaba en mi oreja aunque fuera yo la unica que escuchara.

- El viaje estubo sin roblemas, llegamos bien, y no, no necesitamos apollo Luther, aunque me he llevado una sorpresa, que luego te contare detalladamente - Note que algunos me miraban extrañados, quien no lo haria?, parecia que hababa sola, ya que nadie estaba cerca a mi.

- Esta todo tranquilo, aunque muchos extrañan a su reina, pero ningun problema se ha presentado. Bueno me comunicare mas tarde - y se perdio la señal. Mucho se quedaron confundidos por aquel suceso.

- Era Luther informandome, por un dispositivo que invento. - dije simplemente, para luego dar un vozteso, el viaje me dejo cansada.

Después de un rato en compañía de Edik, Matthew y Alyssia ordenaron al servicio acomodar a nuestros invitados en el ala que se había habilitado para ellos. Edik y yo nos despedimos y Dalkiel se fue a regañadientes con una de las doncellas que le acompañaron hasta una habitación aparte. Mi padre quería que descansara y durmiera del tirón y con Dalkiel compartiendo habitación conmigo hubiera sido imposible.
Pero a pesar de todo me sentía muy satisfecho de haber vuelto a casa. Echaba de menos a mi madre, y temía que le pudiera haber pasado algo... sin embargo, me prometí a mi mismo llevar a cabo un plan de rescate en cuanto hubiese repuesto mis fuerzas.

Después de todo, Dalkiel, mamá y yo necesitabamos estar juntos para poder realizar... eso.