Un nuevo recluta

Alexander: Llegue al campo de entrenamiento fue mi satisfactorio para mi ver que todo estaba saliendo como yo lo había planeado mire como Shiro entrenaba las tropas con ayuda de Maximilian.

-Maximilia se percato de mi presencia y camino hacia conde estaba yo en compañía de una chica este se detuvo al estar frente a mi .

Maximilian: Mi señor me da gusto ver lo después de tanto tiempo hice una reverencia he hice que mi acompañante hiciera lo mismo.

Alexander : Si y como resulto tu misión de rastreo .

Maximilian : mal sigue sin haber rastros de Lily mi señor pero le traigo una nuevo creo encontrara sus talentos únicos muy útiles para nuestra causa adelante preséntate con el amo Alexander le dije a la chica.

La invitada, cubierta por una capucha oscura, bajita y esbelta se acercó al vampiro de sangre pura.
Bajo las sombras de su vestimenta no se adivinaba la forma de su cuerpo, aunque a la altura de sus hombros escapaba una cascada de rizos negros y brillantes. Mantenía su rostro oculto también.

-Señor -Saludó la extraña inclinándose con parsimonia-. Llevo mucho tiempo buscándole. Mi mayor deseo es unirme a su causa y luchar por la supremacía de la raza vampírica. Desciendo de vampiros nobles que siempre han estado de acuerdo con las órdenes y el liderazgo de los Sangre Pura.

La sangre de aquella joven vampiro desprendía un olor dulzón, fuerte, con vestigios de pureza diluida. Parecía hablar en serio cuando se refería a su ascendencia noble, únicamente corrupta por algunas gotas de sangre humana.
La chica se quitó la capucha y dejó que cayera con suavidad sobre la capa oscura que llevaba. Sus ojos eran de color violeta y su piel estaba extrañamente pálida aún para ser un vampiro. Tenía unas enormes ojeras negras que contrastaban con su cabello lleno de ondas.

-Si me permite unirme a su ejército, le serviré con lealtad. Soy la mejor en cuestiones de espionaje. Permitame demostrarselo, por favor. Yo nací para serviros -Añadió con fervor, y más tímidamente pronunció la última palabra-, amo.

Alexander:Gracias por los elogios pero yo ya tengo una espia y es la mejor es su trabajo despues de contestarle a la chica mire seberamente a Maximilian para despues decirle en el futuro te pido no traigas reclutas sin antes habisarme.

Volvi a ver a ala chica y le dije una cosa es decir que eres bueno en algoy otra muy diferente es ser lo quieres probarme que que sirves a mi causa si eres tan buen espia como dices te dejare entrar con 3 condiciones una traeme la cabeza de un hombre lobo y dos la cabeza de un vampiro traidor y por utimo demuestrame de que estas hecha enfrentadote a mi si lo haces todo con gusto te aceptare .

-Ya había oído hablar de las duras pruebas de entrada para formar parte de su ejército, señor -Contestó la chica.

Con un movimiento de sus manos se deshizo de la capa mostrando su pequeño cuerpo de adolescente, que obviamente no parecía muy entrenado para el combate. De la cintura de Alexander colgaba una espada envainada a la que la chica se acercó con firmeza. Clavó sus ojos en los de aquel hombre mientras la extraía. Él no se lo impidió.

-No soy fuerte -Empuñó la espada y se volvió con fiereza a Maximilian, quien paró sus golpes y devolvió las estocadas sin herirla debido a su velocidad-. Pero soy ágil.

Se retiró de un salto y volvió a fijar la vista en Alexander.

-No las superaría. Quizás podría matar a los vampiros traidores, pero no a un lobo. Y mucho menos duraría frente a un sangre pura.

Agachó la cabeza sumisamente y le ofreció la espada a su legítimo dueño.

-Debe haber otra forma de entrar. El puesto que cubriría está relacionado con la información -Con la cabeza aún baja, el corazón de la vampira comenzó a latir apresuradamente-. Hay algo... que usted no sabe y de lo que seguramente nadie le habrá informado antes. Es algo relacionado con la sangre pura que lidera a ese grupo de rebeldes... su... su hermana Lilian. Oculta un secreto. Bueno, más bien... dos grandes secretos... y cada segundo que pasa crecen más.

Levantó la cabeza y articuló con los labios en un susurro:

-¿Debo continuar hablando?

Vaya es lo mas lo mejor que eh escuchado desde que Maximilian me dijo que derrotamos a las sede de los cazadores en Amierica bien si cres que no puedes bue dime cuales son eso dos grandes secretos que ella guarda si la informacion es util lo tomare como que me trajiste la cabeza del lobo pero aun asi quiero lque me demuestres de que eres capaz solo eso y estaras dentro te parese un trato justo por cierto cual es tu nombre .

-Sí, por supuesto que sí. Será un honor ingresar, aunque no tenga su confianza. Eso se lo demostraré con el día a día. Mi nombre es Mireia, señor.

Los ojos de la recién llegada brillaban con adoración al posar la vista sobre Alexander.

-Esos dos grandes secretos también tienen nombre. Adirael y Dalkiel -Maximilian que estaba presenciándolo todo dio un respingo, pero la chica continuó hablando-. Son los hijos gemelos de la rebelde sangre pura y uno de sus guardias. Su edad oscila entre los ocho y diez años, aunque nunca los he visto en persona. El padre de las criaturas es un vampiro muy antiguo que ha estado sirviendo en la guardia escarlata desde tiempos inmemoriales.

La vampiro esperó unos segundos a que Alexander asimilara la información.

-Si eso no es suficiente, puedo seguir investigando. Y si no es lo que estaba buscando, puedo cambiar la orientación de la investigación. Estoy a su servicio, señor.

Alexander:Lily tuvo que cerre lops parpados y aprete los puños con fuerza para despues calmarme y decirle a a chica esa informacion es buena pero como puedo confirmar que es verdad lo que me dices nadie a visto a Lyli en 200 pero supongamos que en el mejor de los casos es verdad y pasaste tu primera prueba aora te faltala segunda te enfrentaras a m ien batalla para que yo mismo mida la magnitud de tus habilidades .

Hice una seña con la mano que Shiro diviso desde lejos y este les ordeno a los soldados retirarse del campo de entrenamiento despues que el campo quedo libre le dije a Mireia haz todo lo que puedas el objetivo d esto en queme enseñes de que estas hecha Mireia camino junto conmigo hasta el centro del campo asumi posicion de batalla y despues le dije cuando gustes empezar.

Ambos se dirigieron al centro del campo. Las manos de la chica temblaron cuando Alexander asumió una posición defensiva, ya que eso significaba que ella empezaría la batalla.

Mireia se lanzó contra su oponente, dio un salto y cayó frente a él. Dejó que su cuerpo se doblara y tocara el suelo para poder lanzar una patada a sus piernas y hacerle perder el equilibrio, pero no tenía suficiente fuerza. Lo único que consiguió fue un dolor agudo en el hueso.

Después de un rato de intentar encontrar un punto débil de Alexander, éste contraatacó. Mireia no lo vió venir y actuó por reflejo. Dio un manotazo en el aire y un cúmulo de oscuridad hizo de escudo parando el ataque. No fue un cúmulo demasiado duro, pero sirvió. En sus años de adiestramiento, le habían enseñado magia para escapar. Todas las habilidades eran defensivas y le costaba mucho atacar a Alexander.

Mmmm eso es todo vaya bien dijiste que eres una espia y que no podrias contra un licantropo bien mi turno asumi posicion para acumular energia y concentrarme en el suelo donde ella estaba para haciendo que este explota la chica saliera volando di un salto y mientras esta seguia en el aire la tome del cuello y la aprete con fuerza dificultandole respirar.


Sabes podria matarte aora mismo si me lo propuciera pero no me doy cuenta que solo te sabes defender y no sabes atacar solte el cuello de la chica dejandola caer al suelo si quieres estar dentro te sujiero empieces a entrenar mas en fin gire y mire a Maximilia para decirle dale una habitacion y quiero la mantengas vigilada si ella comete un error entonces tu seras responsable entendido.

-Si mi señor

Bueno y en cuanto a ti seguiras apruba hasta que me demuestres que eres de fiar tienes algo que decir o añadir.

La chica se frotó el cuello allí donde le había cogido y tosió levemente antes de contestar.

-No, señor.

Después se fue siguiendo a Maximilian, que la conduciría a su nueva habitación.



(Continúa en Aposentos de la guardia)